EL LABERINTO DE LA DIOSA BLANCA
La Diosa es el principio femenino que existe en el Universo y en nosotras mismas.
Un laberinto es un símbolo antiguo que se refiere a la totalidad. Combina la imagen del círculo y la espiral en un sinuoso camino, pero con propósito. Representa un viaje a nuestro propio centro y de vuelta al mundo. los Laberintos han sido utilizados como herramientas de meditación y oración. Un laberinto es un arquetipo con el que podemos tener una experiencia directa. La ruta del laberinto puede ser considerada una iniciación en la que uno despierta el conocimiento codificado dentro de su ADN.
Caminando el laberinto con los demás, nos recuerda que todos estamos en el camino juntos, cada uno a su propia manera única.
La espiritualidad de la mujer está arraigada en el paganismo, en el que dominan valores femeninos. El culto a la Diosa, el corazón del paganismo, fue universal tiempo atrás. El paganismo está orientado hacia el placer, la alegría y el festejo y celebra la vida con bailes y ritos de amor. Al trabajar con la Madre Naturaleza descubrimos y recordamos a la Creadora, la fuerza femenina sin la cual nada nace ni vive feliz.
La Diosa tiene diez mil nombres, compartidos por mujeres alrededor del mundo.Se llama Diana, madre sagrada;se llama Tiamat;se llama Hecate;se llama Isis;Inanna,Belili;Todas nosotras sin excepción somos expresiones de la Madre
El laberinto nos aporta un renacer a la luz y al amor en el vientre de la Madre Sagrada.
La Diosa tiene diez mil nombres, compartidos por mujeres alrededor del mundo.Se llama Diana, madre sagrada;se llama Tiamat;se llama Hecate;se llama Isis;Inanna,Belili;Todas nosotras sin excepción somos expresiones de la Madre
El laberinto nos aporta un renacer a la luz y al amor en el vientre de la Madre Sagrada.
Este es un viaje espiritual, una senda iniciática."Lo que está arriba está abajo" decían los antiguos, y despertar otras partes de nuestro cerebro nos da miedo; pero, también nos puede aportar alegría al reencontrarnos con tanta información, con tanta sabiduría...
El laberinto es para que recuerdes, reconozcas, despiertes partes olvidadas de tu mente; nunca para que te pierdas, salvo que esa sea tu elección.
La senda de la Diosa está en tu ADN, en tu cerebro, en tu vientre... solamente hace falta despertarla y reconocerla. Aquí encontramos la conexión mente-corazón-útero. Esta es la danza del laberinto.
Vivir con el misterio de la mente femenina es el mejor entrenamiento para relacionarse con los grandes misterios de la Mente Divina.
Robert Anton Wilson.

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